10 consejos para elegir ramo de novia
1. El diseño del vestido
Elegir antes el ramo que el vestido es uno de los errores más comunes entre las futuras novias. Dado que el diseño nupcial es la clave del look de la boda, lo ideal es esperar a adquirirlo para empezar con el resto de complementos como lo zapatos, el tocado, las joyas y, por supuesto, el ramo. ¿Ejemplos? Un vestido sencillo admite colores más vibrantes que uno de esencia barroca y las nuevas tendencias que apuntan a los vestidos de color rosa requieren más de un intento para dar con el ramo adecuado.
2. La inspiración de la boda
Para tomar la decisión correcta a la hora de elegir el ramo es importante hacer caso a nuestra idea general de la boda. Romántica, bohemia, campestre, playera, medieval… Si todo lo demás –incluido el vestido, el banquete o incluso la música– gira en torno a una estética bien definida, el ramo también debería ajustarse a ella. Al igual que una boda campestre pide a gritos un colorido ramo silvestre, una boda romántica podría endulzarse con uno de delicadas rosas blancas.
3. La estatura de la novia
A pesar de la inestimable ayuda de los tacones, hay que tener en cuenta la altura de la novia al decantarse por un ramo u otro. Una novia de talla alta podrá permitirse un inmenso ramo que caiga en cascada mientras que una de baja estatura le sacará mejor partido a un pequeño y coqueto bouquet floral. La idea es apostar siempre por accesorios que estilicen y que no disminuyan visualmente la silueta.
4. El color del ramo
Pocas cosas pueden determinar tanto un ramo de novia como su colorido y pocas cosas son casi tan ilimitadas como la imaginación. Desde ramos monocolor –con variantes que van desde el impoluto blanco al morado vibrante– hasta mezclas de colores pastel, pasando por tonos rotundos que harían las delicias del mismísimo Gauguin. Además del gusto de la novia y su pericia a la hora de elegirlo, el tipo de flor escogida será la clave para dar con la paleta perfecta.
5. La forma del ramo
En cascada, el clásico bouquet, de tallos largos, en domo, ramillete, redondo, media luna… Antes de empezar con la búsqueda (y captura) del ramo, lo mejor es clasificarlos por tipologías para dar con la más acertada según el vestido, la altura y el propio gusto de la novia. Concretar el tipo de ramo no solo lo hará más fácil, sino que además determinará el tipo de flores y plantas a utilizar, así como los colores más idóneos para que el resultado sea perfecto.
6. El tamaño del ramo
Desde los ramilletes redondos de tamaño XS hasta inmensas agrupaciones florales en forma de gota. Las posibilidades son abrumadoras cuando se trata de escoger el tamaño correcto del ramo de novia. Si antes hemos mencionado la estatura de la novia como determinante, así como su propia inclinación personal, la comodidad es otra de las variantes que hay que tener en cuenta cuando hablamos de las flores que acompañarán el look.
7. Cómo quieres llevarlo de camino al altar
Probablemente ya te has visualizado unas cuantas veces caminando hacia el altar. ¿Cómo deseas llevar el ramo? Si tu idea es llevarlo sobre el antebrazo como si se tratara de un bebé, la idea es hacerlo con un ramo en cascada; si lo llevas a la altura de la cadera y de forma relajada estaríamos hablando de un bouquet; si quieres que no quite ni un ápice de protagonismo al vestido, lo ideal es un pequeño ramillete que no capte todos los flashes…
8. Posibles alergias
Parece casi una obviedad pero muchas novias se olvidan de la alergia cuando se trata de optar por un ramo concreto. Si ya has descartado la idea de las flores artificiales –muchas floristerías ofrecen esta opción cada vez más cuidada y natural–, te recomendamos que consultes con un especialista cuáles son las más aconsejadas para tu tipo de intolerancia. Las hortensias, los pensamientos, las azaleas, los tulipanes y las orquídeas suelen estar entre las flores que menos polen producen pero se debe analizar cada caso por separado.
9. Si llevas tocado floral
Cuando las flores del ramo no van a ser las únicas protagonistas del look nupcial, lo ideal es elegir las flores del tocado casi al unísono o, al menos, tener bien informados a los profesionales que se encargarán de ambos accesorios de las características de los mismos. Aunque no tenemos por qué elegir el mismo tipo de flor para los dos casos, sí conviene guardar cierto equilibrio en cuanto al tono y al tipo de inspiración.
10. Mezclar varios tipos de flores o decantarse por una sola
Mientras que algunas flores como las rosas sostienen un ramo de novia por sí mismo, hay otras que requieren del mix & match para componer un verdadero grupo floral en clave nupcial. De todas las posibilidades, contar con un profesional siempre es la opción más sensata a la hora de definir cuáles serán las elegidas, sin olvidar la estación elegida para casarse así como las últimas tendencias.